Bahoruco, Coronavirus y después la crisis



Por Ángel Vásquez Perdomo

La provincia Baoruco, afortunadamente, se encuentra entre las 10 demarcaciones provinciales que aún no presentan casos del infortunado Coronavirus. Esto, no significa, que, en el corto plazo no padezcamos de la secuela negativa que de seguro atravesará la economía del País. Siendo así, hasta ahora lo prudente es preservar las condiciones sanitarias existentes; por tanto, “Quédate en casa, solo la Solidaridad combate al Coronavirus, luchemos unidos, socialmente separados”. Esa es la tarea.

Un viejo refrán nos dice “No hay mal que por bien no venga” es un refrán que procura enviarnos un mensaje optimista ante aquellas situaciones que, en principio, no son buenas pero que, a futuro, pueden generar resultados positivos. Es decir, lo mejor está por venir, esto como parte de retomar el entusiasmo.

En tal sentido, nuestra exhortación es a prepararnos para enfrentar la posible crisis que nos quedará fruto de la parálisis económica, de la cual Baoruco, no es excepción. Sin embargo, su dinámica económica, fundamentada en la informalidad 51.3% (una de cada dos familias) vive de negocios informales, sin duda será una fortaleza. (No hay mal que por bien no venga).

Esa fortaleza, se fundamenta en una estrategia denominada “Un Pueblo Un Producto”, es una estrategia de desarrollo económico territorial que busca mejorar la calidad de vida de la población, mediante la utilización de los recursos locales. Propicia como los motores dinamizadores de oportunidades económicas, las personas de las comunidades y los productos locales, éstos últimos porque representan la identidad de sus habitantes y del territorio (Uva, Nopal, Pitahaya, Café, Plátano, etc.), y las personas porque a través de sus bienes y servicios ponen de manifiesto su potencial productivo que contribuye a generar sus propios ingresos.

“Un Pueblo Un Producto” expone la identidad cultural de Baoruco, su sentido de pertenencia, así como el desarrollo de creencias y valores, generando la mejora en la calidad de vida en Tamayo, Los Ríos, Galván, Jaragua y Neiba, activando la economía local.

Entre esas oportunidades de negocio, sugiero, entre otros, los siguientes:

a) Industria artesanal: (Mantequilla de aguacate, harina de plátano y guineo, pulpa de frutas, abono orgánico desechos de uvas, venta de dulces, pan de Maíz, de Batata.

b) Gastronomía: (Habichuelas blanditas, Chicharrones, Mondongo, Cocido, etc.).

c) Servicios: Venta de ropa usada, salones de belleza, transporte interurbano y rural).

Como repuesta a la fortaleza territorial señalada, el Banco Central ha autorizado a las autoridades de intermediación financiera encaminadas a combatir los efectos negativos ocasionados por la pandemia del COVID – 19, las siguientes medidas:

a) Incrementar de 30 mil a 50 mil millones el monto de las facilidades de liquidez a las entidades de intermediación financiera, liberados del encaje legal para canalizar préstamos a tasa de interés del 5% anual. (No hay mal que por bien no venga.).

Al cabo de años después de haber puesto en ejecución la Estrategia de “Un Pueblo Un Producto”, de seguros tendremos experiencias exitosas en la generación de ingresos, de fuentes de empleo y en la producción de productos representativos de nuestras comunidades, con valor agregado.

Entonces, de seguro podremos decir: “NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA”.