Al mismo tiempo, el legislador dijo que
“la violencia contra la mujer asume las más variadas y diversas
manifestaciones, una de las cuales se materializan en la brutalidad del feminicidio, como acto cruel,
detestable, abominable, y también en las manifestaciones más sutiles que se
inducen a través de un lenguaje sexista,
que impone y sugiere la superioridad del macho, del hombre, del ser fuerte, del
que se impone”.
El diputado por la Provincia Bahoruco
se expresó en esos términos al hablar con motivo del Día Internacional de la No
Violencia Contra la Mujer, en el que llamó a deponer el lenguaje sexista que es
el mal endémico que ha venido imponiendo una0 cultura machista, unos valores, o
más bien como inversión de valores, en los que el hombre ha creído que la mujer es de su
propiedad. “De ahí que, o es mía, o no es de nadie…y la mata”.
“Debemos impulsar un lenguaje integral de
género, de forma tal que se desmonte del subconsciente la cultura y el valor
del masculino, una cultura donde la mujer tenga soberanía plena sobre su
cuerpo…Oigamos bien…soberanía plena sobre su cuerpo”, subrayó.
Al caracterizar la coyuntura en la que
se conmemora el Día Internacional de la
No Violencia Contra la Mujer, el diputado Mendez dijo hay que establecer como
violencia, las más lacerantes situaciones y condiciones que perviven, y que
cada día deben llamarnos a la atención y a la más alta preocupación.
“No podemos negar el hecho de que la
mujer ha ido llenando importantes espacio en la sociedad, pero tampoco podemos
negar que los parámetros y exigencias de los organismos internacionales nos
colocan como un país donde se registran altas tasas de mortalidad materna (92
por cada mil, y un alto porciento evitable, de mortalidad infantil (25 por cada
mil nacidos vivos
“Altos niveles de cesáreas, y sus funestas consecuencias (45
por ciento en el sector público y 85 en
el sector privado. Los requerimientos internacionales son 15 por ciento, altas
tasas de embarazos en la adolescencia, uniones maritales a temprana edad y bajos
niveles de lactancia materna, y poca atención para educar en torno a la
importancia de la lactancia materna para el crecimiento sano del niño o la niña”,
deploró.
Méndez
dijo que la caracterización de esa lacerante realidad, “nos obliga a
comprometernos con agresivas políticas de salud, que coadyuven a superar estas
debilidades del sistema en el corto y mediano plazo.