El Hospital San Bartolomé de Neiba, centro importantísimo para la
población de la región Enriquillo, que comprende toda la vuelta al lago
Enriquillo hasta llegar a las comunidades que por su cercanía con Barahona,
usan los servicios de allá.
Neiba, la común cabecera de la provincia Bahoruco, con aporte de
usuarios en base a una población superior a los 45,000(cuarenta y cinco mil)
habitantes, comparte su demanda con las demás empobrecidas comunidades y algo
más, con los nacionales Haitianos, que en tiempos normales ó no, abarrotan sus
pasillos y salas de emergencias.
Este Hospital, vital para la isla, lo cual fue confirmado el 12 de enero
2010, cuando un terremoto, que pudo haber ocurrido aquí, llenó de heridos de diferentes estados graves de
salud, ha sido escenario en múltiples ocasiones, de soluciones de emergencias,
aunque también, de muertes innecesarias por el estado de semi-abandono a que lo
han sometido los diferentes gobiernos, al través de los presupuestos nacionales
y de las políticas poco visionarias de los ministros del área.
Sometido a más de una reparación y remodelación y a un
desaprovisionamiento permanente, en todos los órdenes, el Hospital San
Bartolomé es abocado en la actualidad a una tercera reparación importante, en la que se mencionan más de 65 millones de
pesos Dominicanos, con los pronósticos de los eruditos coterráneos de que
volverá a los deterioros que hoy empieza a presentar.
Hemos visitado, en la mañana de hoy, las denunciadas grietas y
levantamiento de cerámicas en dicho hospital, tomamos las diferentes
fotografías que junto a estas letras envío a los medios en que se publiquen. La
verdad es que es altamente preocupante el estado físico que va presentando
dicho hospital.
Preocupantes, no solo por el aspecto, sino que también, recordando
nosotros, el terrible terremoto de hace cuatro años en la vecina nación,
sabiendo que compartimos una misma isla, de reciente emersión, en términos
geológicos, que somos propensos a movimientos telúricos, entendemos que ese
hospital debe ser cimentado en otro lugar de Neiba.
Las fallas fundamentales que visualmente ofrece dicho centro de salud,
más que por fallas en la ejecución de las diferentes construcciones tienen su
origen en el terreno en que está construido, por más relleno que se le aplique,
en ese sub-suelo cruzan corrientes de aguas procedentes del río Panzo, cañadas y arroyos aledaños, que en su paso
transversal a dicho Hospital, varían permanentemente la resistencia mecánica
que lo sustenta.
Por las razones expuesta anteriormente nos inscribimos entre los que
entienden que el Hospital hay que hacerlo en otro lugar.