Obispo Felipe Núñez y Visión Mundial firman convenio de cooperación.

BARAHONA.- Un acuerdo de cooperación para desarrollar programas y proyectos, que beneficien a familias vulnerables de poblaciones de tres provincias del Suroeste, fue firmado entre la diócesis de esta ciudad y Visión Mundial.

El convenio incluye ampliar las respuestas en la región para enfrentar la pobreza  material  y espirituales existentes en las comunidades, mediante acceso a bienes, servicios básicos y la capacitación en áreas técnicas y agropecuarias a nivel local.

        Tanto Visión Mundial como la diócesis  impulsan el desarrollo comunitario de las familias más empobrecidas de las provincias Independencia, Baoruco y Barahona, a través de sus proyectos sociales.

En 2010, el 50.6 por ciento de la niñez del país, 1.7 millones,  vivía con necesidades básicas insatisfechas. Entre ellos, un 6.8 por ciento o 117 mil, vivían en la región Enriquillo, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en su estudio “Análisis de la situación de la infancia y la adolescencia en la República Dominicana 2012”.

Ambas organizaciones convinieron coordinar procesos de desarrollo comunitario, promoviendo la participación de la sociedad y el respeto a la integridad de ambas entidades. La alianza fue suscrita por el director nacional de Visión Mundial República Dominicana, David Coates, y el Obispo de la Diócesis de Barahona, Monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez, en un acto llevado en el Obispado de aquí.

Visión Mundial apoya a más de 16 mil niños, niñas y adolescentes en Barahona, Baoruco e Independencia, en programas de educación, salud, desarrollo económico, agricultura, emergencias y promoción de justicia.

La Diócesis de Barahona, como parte de su misión pastoral, encamina proyectos comunitarios a través de la Fundación de Apoyo al Suroeste (FUNDASUR), el Centro de Promoción Campesina Lemba y la organización Cáritas.

“Estamos muy contentos de que vayamos sumando voluntades, sumando fuerzas para prestar un servicio mayor a todas las personas, sin fronteras y sin distinción. Tratar de hacer presente a Jesús en su misión de acoger, de atender, de ayudar a los más necesitados”, subrayó  Felipe Núñez.

El acuerdo entra en vigor a partir del 20 de enero, y tendrá una duración de cinco años, renovados según convengan las partes involucradas