Por Juan Francisco Matos, BARAHONA.- La presidenta de la Asociación de Esposas de Oficiales de la Policía Nacional, señora Reyna Teresa Welosky de Campusano, suspendió la entrega de juguetes a hijos de agentes de la institución que encabezó este viernes en la mañana en el salón de actos de la Dirección Regional Sur de la institución con sede en esta ciudad, debido a un mayúsculo desorden protagonizado por los uniformados.
Este desorden que molestó a Welosky de Campusano, esposa del subjefe de la institución, meyor general, Manuel de los Santos Gómez Campusano, fue calificado por oficiales como una verguenza para la uniformada, ya que fue protagonizado por hombres que son sometidos a una fuerte y rigurosa disciplina.
El reparto de los juguetes que la referida asociación realiza cada año para la época en beneficio de los hijos de los policías, se inició en el marco de un caos a eso de las diez de la mañana, siendo suspendido unos 20 minutos después, debido al desorden desarrollado por los agentes de ambos sexos, quienes en ningún momento quiisieron organizarse en fila.
Los juguetes que fueron sacados de un camión furgón y colocados en al área del reparto, tuvieron que ser introducidos de nuevo en el vehículo, debido al caos, el cual provocó que algunos niños fueran pisoteados por los autores del desorden.
No valieron los llamados de los oficialies presentes a los agentes para que retornaron el orden perdido e hicieran fila, para que los repartos se realizarán con normalidad. En ningún momento los policías hicieron caso, lo que fue calificado como un acto de indisciplina a sus superiores.
Este mayúsculo caos, motivó que varios periodistas invitados, incluyendo al autor de este trabajo, abandonaran el lugar, desconociéndo estos, si los repartos fueron reiniciados nuevamente.
"No se justifica que sean agentes del orden los autores de un desorden, que motivó la suspensión de la enrtega de los juegos que eran para sus propios hijos", dijo un oficial en tono molesto.
Hubo varios casos de agentes que llevaron cuatro, cinco y hasta seis hijos, así como a otros amiguitos vecinos, lo que constribuyó al caos generado, debido a que había un límite de muchachos para cada uniformado.
Había un ambiente muy tenso, varios niños gritaban, quizas asustados por el caos generado, mientras que algunas madres (sin uniformes) abandonaban el lugar desesperadas con niños en sus brazos.
Antes de iniciarse los repartos, la esposa del subjefe de la institución, se dirigió a los niños, a los cuales exhortó a ser obedientes con sus padres y estudiar mucho, ya que son el futuro de la patria.
Le pidió también que respetaran el uniforme de sus padres, porque de este es que sale el sustento, ya que esto los enseña a ser disciplinados, cosa que le será de mucho beneficio cuandos sean adultos. "También pido a los niños no hijos de policías, respetar el uniforme de estos, por ser las personas que le protegen sus vidas y las casas de ellos y sus familiares".
Cuando la señora De Campusano exhortaba a los niños a que respetaran el uniforme de sus padres, nunca le pasó por la mente que esos mismos agentes convertirían los repartos en un caos, que conduciría a la suspensión de la entrega de los juguetes